Alrededor de unas 600 familias de la comunidad de Casanillo, Chaco, claman por agua potable en la tierra salada donde viven cinco etnias indígenas.
«Casanillo también es parte de Paraguay, también tenemos las mismas necesidades que ellos de tomar agua para vivir y esperamos que las autoridades nos hagan caso», comentaron.
El acueducto se encuentra a unos 10 kilómetros, y debido a «fallas y agujeros» pierde una gran cantidad de agua, siendo insuficiente para abastecer a todas las comunidades que se encuentran en los alrededores.
El clamor de la comunidad llegó al senado español, quien presiona para que cumplan con la construcción del acueducto y que este abastezca las comunidades.