Durante un aparente ataque de ira un agente de la Policía Militar de la localidad de Toledo, 150 kilómetros de Ciudad del Este, mató en la noche del jueves a sus tres hijos, su esposa, su madre, un hermano y otros dos particulares para luego quitarse la vida. Según familiares y superiores el uniformado no evidenciaba ningún problema y tampoco solicitó en algún momento alguna asistencia sicológica.
Se trata de Fabiano Junior García, de 37 años entregó su guardia en el 19º Batallón de la Policía Militar de Toledo y minutos después inició su macabro plan que terminaría recién en la madrugada de este viernes. Primero se dirigió al centro de la ciudad, a la casa donde mató a tiros a su esposa y la hija de 12 años, luego se trasladó hasta el vecino municipio de Céu Azul, donde acabó a quemarropa a sus 2 hijos, una niña de 4 y un niño de 9 años respectivamente que estaban al cuidado de otros familiares.
Mientras los niños eran auxiliados el hombre volvió a Toledo y continuó con su serie de ejecuciones. En el barrio Vila Boa Esperanza asesinó a dos hombres que encontró en la vía pública, estas víctimas no los conocía según los datos. En la misma zona reside su madre hasta donde llegó para primero matar a tiros a su hermano y luego a su progenitora que presentaba heridas con arma blanca.
En medio al pánico que desató en el barrio logró abordar su vehículo, cuando se encontró con un cerco formado por sus camaradas. Allí se encerró en su automóvil y se suicidó. El asesino múltiple estaba incorporado en la fuerza policial desde 2010 y sus compañeros y superiores lo calificaron como un “tipo tranquilo” que no evidenciaba ningún trastorno y mucho menos en algún momento solicitó alguna asistencia por algún problema personal o emocional que tenía.
Después de la serie de crímenes se revelaron mensajes de audio que envió minutos antes en el que evidenciaba que tramaba realizar algo alegando que pasaba por graves problemas financieros y porque la relación con su esposa se estaba debilitando al punto que ella le planteó la separación. Este sería el detonante de la crisis sicótica que derivó en la tragedia para las tranquilas comunidades de Toledo y Céu Azul, estado de Paraná Brasil.