Los propietarios de un comercio en J. Augusto Saldívar se percataron sobre un faltante de G. 100 millones, al realizar su balance general. Los empleadores directamente sospecharon de la trabajadora y efectuaron la denuncia en su contra tras la diligencia policial, se percataron que en la vivienda había costosas mejoras y facturas de compras que no coincidían con el suelo que la misma percibe.
La Policía detuvo a la mujer y a su pareja por quien habría encubierto las operaciones de la misma. Se presume que la empleada venía sustrayendo sumas significativas de una caja fuerte que se encontraba en administración a la que solo ella tenía acceso, además de sus patrones.