En entrevista con este medio, el criminólogo Juan Martens, señaló que «Ryguasu» se encontraba en la capital refugiado ya que su vida corría peligro en Pedro Juan Caballero.
«Confirma que Asunción es un centro de refugio y a la vez de operaciones del crimen organizado donde personas relacionadas con el narcotráfico encuentran formas de pasar desapercibidos», explicó.
Agregó que la forma en que acribillaron a Ederson Salinas es una especie de mensaje de, en sus palabras, «pedagogía del horror».
«Son distintos elementos que nos permiten ver que lastimosamente cada vez más tenemos presencia, actuación y dominio del crimen organizado», reflexionó.
Martens considera que es claro que brazos políticos colaboran para que el fortalecimiento de redes criminales.
«Nada de esto se puede hacer sin que haya algún dirigente político de la zona que esté cooperando, ayudando y fortaleciendo a estas leyes. El Estado paraguayo maneja, controla su territorio, ya sea para extraer dinero ilícitamente o para procesar a las personas según las leyes de la república», fustigó.
Sobre su asesinato en un lugar público como el estacionamiento de un supermercado, Martens considera que es una muestra del a falta de temor a las fuerzas del orden público.
«La simbología ahí es la absoluta falta de temor al Estado, a la Policía y que vamos a hacer lo que queramos en el lugar que sea. Mañana puede ser un cine, un shopping, eso es lo que están diciendo y es muy aterrorizante», dijo al tiempo de exhortar a cortar el flujo del dinero sucio a las arcas del estado y eliminar la tolerancia social con respecto al crimen organizado.