El condenado es un hombre de 58 años, residente en el momento de los hechos en el municipio de Presidente Franco. Tendrá por compurgada la pena en febrero del 2043 según la determinación del tribunal presidido por el juez Marino Méndez a cuyo cargo quedó su juzgamiento mientras que la fiscalía estuvo representada por el agente Demetrio Bareiro.
Según la acusación fiscal, la víctima quedó bajo cuidado de su padre a los 4 años mientras su madre fue a trabajar a España. Desde los primeros días el niño sufrió las agresiones sexuales hasta los 8 años. Todo ocurría las veces que su progenitor consumía bebidas alcohólicas.
Durante el debate se conocieron hechos espeluznantes como que el hombre tapaba la boca del pequeñito cuando lo sometía sexualmente para que no gritara y alertara a los vecinos.
Como el menor ya no soportaba la situación vivida en manos de su propio padre reveló lo que estaba ocurriendo a una tía quien de inmediato presentó la denuncia ante las autoridades. El agresor fue detenido en febrero del 2020 cuando inició el proceso en su contra llegándose en la víspera a la obtención de la condena de 22 años de prisión.
Entre las pruebas ofrecidas y que el tribunal tuvo en cuenta fueron el diagnóstico forense, la evaluación psicológica e informes de Cámara Gessel que confirmaron los abusos sistemáticos y reiterados.