El monseñor Ricardo Valenzuela leyó su tradicional carta iniciando con un mensaje a los laicos, invitándoles a tomar medidas para combatir la pobreza, la corrupción y la impunidad.
«¡Pongan sus máximos esfuerzos para extirpar el cáncer del narcotráfico, del lavado de dinero y el tráfico de personas entre tantas execrables injusticias!», expresó el obispo.
Habló sobre la imperiosa necesidad de que las nuevas autoridades tomen acciones para combatir el hambre, la enfermedad, la falta de empleo digno y la inseguridad.
«Es de esperar que los representantes gestionen la cosa pública según el mandato de los representados. De lo contrario, la democracia se reducirá a un simple engaño por el que, en nombre del pueblo, se gobierna para grupos de poder e intereses de pocos», indicó.
Un tema que recibió muchos aplausos fue el proyecto de creación de la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones: «ese fondo jubilatorio debe permanecer cerrado para su único objetivo, asegurar una vida digna a los obreros y trabajadores después de tanto esfuerzo. Ojalá sea el Estado el que cuide y vigile esos fondos reservados», dijo.
Dijo que la máxima preocupación del Pueblo es la corrupción y la impunidad ya que son «lacras» que carcomen los cimientos de la Nación. Le preocupa que se esté volviendo normal para la sociedad que delitos perpetrados por políticos queden impunes.
Otro punto sobre el cual habló el monseñor fue las universidades de garaje y los títulos mau. «Contamos con supuestos profesionales que no saben decir lo que supuestamente saben. ¡Se está dando títulos a analfabetos funcionales que no comprenden lo que leen! ¿En manos de quiénes quedará el futuro de nuestro país?», expresó preocupado.
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