El nuevo director asumió durante un acto presidido por el director general de Institutos Penales, Cnel. Rubén Peña, quien encomendó al nuevo titular seguir con el proceso de reordenamiento y terminar con los viejos vicios en la institución que este martes albergaba a un total de 1.555 reclusos.
Benjamín Ozuna, quien ya ejerció otros cargos públicos, es afín al grupo político del actual ministro de Justicia Ángel Barchini, como es de la zona hay expectativas favorables sobre su desenvolvimiento para administrar la cárcel que pasa por serios problemas. Reconoció que el trabajo será dificultoso porque debe administrar una institución que está totalmente colapsada, con personal insuficiente y serios problemas estructurales.
Indicó que como primera medida conversará con todos los funcionarios para que cada uno ejerce su función acorde a la exigencia y evitar complicarse con cuestiones irregulares. Adelantó que si bien la nueva cárcel de varones, construida en Minga Guazú ya está concluida se trabaja actualmente para dejar listas cuestiones de seguridad y trabajos complementarios tras recurrir a otras instituciones debido a que la cartera de estado ya no contaba con presupuesto para ejecutar estos trabajos. Así como están las cosas los primeros traslados iniciarían a mediados de año, primeramente con la población penal que posee condena firme.
Otra de las preocupaciones del nuevo director es que el 80% de los reos no tiene condena y sus procesos están estancados, en su mayoría son asistidos por la Defensa Pública, por lo que anunció una conversación con autoridades de esta institución. Entre las medidas urgentes a adoptar adelantó que pretende mejorar la seguridad perimetral y que solicitará el despeje de la zona de acceso al penal de puestos de venta precarios que se convirtieron en mercados improvisados y que significan un problema de seguridad para el penal. Igualmente, anunció un próximo llamado para la contratación de 300 agentes penitenciarios con lo que se espera salvar la escasez de personal.