Los hechos ocurrieron de forma reiterada en el interior de la vivienda donde el agresor residía en un barrio de Presidente Franco con la madre de las niñas y las menores que al momento de los hechos tenían 8 y 10 años respectivamente.
De acuerdo a los detalles que se conocieron durante el juicio los abusos consistían, al comienzo, en manoseos hasta que el hombre consumó el coito.
Las agresiones sexuales ocurrían todas las veces que la madre de las pequeñas salía para trabajar y quedaban al cuidado del hombre.
En una ocasión una de las niñas, cansada de la situación que atravesaba comentó a un hermano mayor sobre lo que ocurría. Éste reaccionó contra el padrastro a quien golpeó y luego huyó de la casa quedando las niñas más desamparadas aún.
Ellas revelaron en estudios de Cámara Gessel y que fueron anexadas como pruebas de que tras esto los abusos siguieron y de forma mas violenta. El hombre abusaba de ellas estando bajo efectos del alcohol, a la fuerza y bajo amenazas.
También las obligaba a que no tengan contacto con los vecinos hasta que nuevamente una de ellas pidió ayuda y el caso fue reportado a las autoridades que tomaron intervención y finalmente aplicaron la severa condena al depravado que deberá estar en prisión por 20 años.
Las víctimas siguen con acompañamiento médico y psicológico debido a las secuelas con que quedaron producto de las agresiones que sufrieron en todo este tiempo.