Dos asaltantes ingresaron a un comercio en pleno centro de la ciudad de J. Augusto Sadívar, y a punta de pistola redujeron a los propietarios y amenazaron de muerte a una joven, exigiendo todo el dinero del local.
Los gritos de desesperación de las víctimas alertaron a vecinos del lugar, uno de ellos un entrenador quien no dudó en acudir al rescate.
Con una escoba en mano, amenazó a los malvivientes, quienes respondieron amenazándolo con sus armas de fuego, llegando a gatillar, pero afortunadamente no percutieron ningún disparo.
Tras una breve persecución, con ayuda de otros vecinos, lograron reducir a uno de los supuestos ladrones.