Algunos registros con profundidades cercanas al metro y medio representa riesgos para los transeúntes sumado a la escasa iluminación en algunos tramos de la Costanera Norte.
Asimismo, las casetas sin terminar son utilizadas como aguantadero, según se reporta.
Alegan que las tapas de los registros desaparecen cuando se roba el cableado subterráneo del lugar, dejando a oscuras la zona.