Defendió del fuego la tierra de sus ancestros

Adolfino Fargol de 38 años es un nativo de la parcialidad nivaclé de la comunidad Cayin o Clim de la localidad de Neuland, departamento de Boquerón. Él se unió a los voluntarios que combatieron el fuego en el Chaco.

“El día miércoles cuando llovió en Chovoreca lloré, no aguanté. Dios escuchó nuestras oraciones”.

Él cuenta que en su vida pasó dos incendios peligrosos, en los dos años que forma parte de la institución. Uno de ellos fue en el Frigorífico Chorti de Loma Plata en donde trabajó junto a sus compañeros 7 horas. «Fue muy riesgoso por el amoniaco», refirió.

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“En Alto Paraguay también fue muy terrible. Estuve 9 días. Trabajamos o atacamos el fuego día y noche”, acotó. Lo más triste para Adolfino fue ver los animales calcinados y árboles carbonizados. Le recuerda a su padre y a su infancia, cuando caminaba por esos lugares y el monte resplandecía de verde, cuando todavía no estaban las colonias.

“En los montes usan plantas cuando uno se enferma. Cuando falta para comer se busca frutas. Eso me hace llorar. Cuando llegué ahí oré a Dios, le pregunté por qué pasó esto», acotó.

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Cuando fue consultado sobre la necesidad de un salario para los Bomberos Voluntarios respondió que antes se necesita un seguro médico. Aunque también aprobó la idea de percibir un sueldo ya que hay bomberos que no tiene un trabajo fijo. “Por mi parte estaba trabajando en el depósito de supermercados Neuland. Cuando me fui al incendio en Alto Paraguay, me descontaron. Cada servicio que hicimos, se descuenta”.

Afirmó que gracias a la experiencia de los comandantes se pudo planificar y atacar el fuego. Su familia estuvo muy preocupada durante ese tiempo fuera del hogar. Él tiene una familia integrada por tres hijas y un varón de un año y 8 meses.