El pueblo ecuatoriano dio una lección sorprendente, una nación cansada de la corrupción sigue teniendo voz, una ciudadanía golpeada por injusticias sigue teniendo fuerza; esa fue el claro mensaje en las elecciones de este domingo.
Con elecciones sorpresivas pese a cualquier pronóstico el pueblo eligió al banquero Guillermo Lasso, representante de la derecha tradicional. Según el análisis de Marcelo Cantelmi, los votos cruciales que coronaron al nuevo presidente son el reflejo de una ciudadanía que va en contra del populismo y la corrupción correísta y esto puede constituir una significativa lección para la feligresía del populismo regional.
En Ecuador se daban condiciones especiales, un expresidente acusado de graves cargos de corrupción y con condena, que debido a esas sentencias no pudo convertirse, como pretendía, en el candidato a vicepresidente de Arauz.
«El portazo al populismo en gran medida se debe a nativos decididos y hastiados del supuesto progresismo del correismo y también formaciones socaldemócratas, como la de Xavier Hervás, que llamaron a votar por Lasso«, expresa Cantelmi en su columna en Clarín.
Más allá de los latigazos de corrupción, los atropellos a la Justicia, también se trata de una economía demoledora. Ecuador cuenta una deuda de 70 mil millones de dólares, se contrajo 7,8% el año pasado, atascado por la pandemia, sin un futuro visible, sin ingresos económicos, tuvo que decidirse al cambio a como de lugar, las elecciones fueron un basta a una izquierda que se mostraba gigante.