En el Congreso Nacional existen cargos con dudosa utilidad en términos pragmáticos y altísimos salarios que implican un importante porcentaje en el presupuesto de este poder del Estado.
Se observan cargos como director de Central Telefónica, que se lleva unos G. 21.357.000 por mes; un jefe de Central Telefónica, con salario de G. 11.050.000; un jefe de Encuadernación, con sueldo de G. 11.050.000; un director de Impresión y Encuadernación con G. 20.837.700 de sueldo; un jefe de mesa de salida, con salario de G. 13.000.000; un jefe de notas recibidas, con sueldo de G. 11.700.000; otro jefe de documentos salientes con salario de G. 8.450.000; y la lista sigue con otros similares.
El exministro de Hacienda, Manuel Ferreira, dijo que no existen criterios ni restricciones en la Constitución Nacional para evitar la creación de semejantes cargos y que se necesita un acuerdo nacional para frenar el prebendarismo, génesis del problema.
«No hay ningún criterio, lo que dice la Constitución Nacional es que pueden hacer los cambios, entonces hacen este tipo de gastos totalmente a la bartola», fustigó.
Agregó que para las modificaciones que se necesitan para paliar estos escandalosos cargos, se necesitaría una reforma constitucional.
«Seguramente, cambiar cosas significará una reforma constitucional», reflexionó.