Milagros nació la semana pasada y cuando tenía apenas 25 semanas de gestación pasó por una compleja cirugía para corregir una malformación congénita que haría de que esté supeditada a una silla de ruedas. Fue durante un procedimiento que fue realizado por primera vez en un hospital público del país.
Milagros proviene de una familia humilde y trabajadora de Itakyry, Alto Paraná. Durante los estudios realizados a su madre en el embarazo, se detectó una malformación congénita en su columna vertebral, lo que comprometía gravemente su desarrollo y la dejaba con altas probabilidades de quedar supeditada a una silla de ruedas en el futuro. En ese contexto, un acuerdo entre la Fundación Fetosur y el Ministerio de Salud permitió que la pequeña fuera operada dentro del útero materno en el Hospital Regional de Ciudad del Este, una intervención de alta complejidad realizada por primera vez en el país.
El procedimiento, liderado por un equipo multidisciplinario de especialistas, fue un éxito rotundo. El Dr. Cristian Sosa, especialista en cirugía intrauterina, destacó la importancia de la decisión tomada tanto por los padres de Milagros como por el equipo médico. “Desde el momento en que nació, la beba mostró su movilidad espontánea, los pies y las piernas, lo cual fue un indicio totalmente alentador para el equipo de que la cirugía cumplió con su objetivo principal: preservar la función neurológica”, comentó el especialista.
El caso de Milagros fue denominado por los médicos como “piecitos que se mueven”, debido a los continuos movimientos de la bebé en su cuna, lo cual sería impensable sin la intervención quirúrgica. A tan solo una semana de haber nacido, la bebé está a punto de ser dada de alta, una muestra clara de su excelente evolución.
Este tipo de cirugías, que pueden tener un costo aproximado de 300 millones de guaraníes, se llevaron a cabo gracias al apoyo del Ministerio de Salud, la Fundación Fetosur y médicos particulares, quienes proporcionaron los insumos necesarios, pues la familia no tenía los recursos para costear ni siquiera uno de los medicamentos requeridos, cuyo precio rondaba los ocho millones de guaraníes.