El incidente ocurrió la tarde de este martes, cuando el niño, que jugaba en el patio de su vivienda, levantó accidentalmente la rejilla que cubría el pozo y cayó en su interior.
Un familiar, al percatarse del accidente, ingresó al pozo para intentar sacar al menor, pero quedó atrapado. Bomberos voluntarios acudieron rápidamente al lugar y, tras un arduo esfuerzo, lograron rescatar a ambos.
El pozo tenía una profundidad de 25 metros, pero una rejilla de seguridad para objetos grandes impidió que ambos cayeran al fondo, lo que evitó un desenlace trágico.
Afortunadamente, ninguno de los afectados sufrió heridas de gravedad, según informaron los bomberos intervinientes.