Una red de estafadores que operaba a través de una constructora falsa dejó a más de 30 familias sin el hogar que soñaban. Tras recibir millonarias sumas por proyectos de viviendas y otros servicios como piscinas, los responsables abandonaron las obras y cambiaron de nombre para eludir a las autoridades.
La constructora, que operaba bajo diferentes nombres, cobró millonarias sumas a cambio de viviendas que nunca se llegaron a concretar, dejando a los afectados con un enorme vacío de confianza y recursos perdidos.
La modalidad de la estafa consistía en ofrecer proyectos de viviendas a precios atractivos a través de anuncios publicitarios, recibiendo pagos adelantados y, en algunos casos, la totalidad del monto pactado. Sin embargo, tras percibir las millonarias señas, los trabajos nunca avanzaron. Los involucrados también ofrecían servicios adicionales, como la construcción de piscinas y reformas, pero nuevamente, estos proyectos fueron abandonados sin explicación alguna. Las obras que comenzaron se quedaron inconclusas, y los obreros enviados por la constructora nunca regresaron para terminar los trabajos.
La gravedad del caso llevó a que el Departamento Contra Delitos Económicos de la Policía Nacional realizara un allanamiento a una lujosa vivienda en Areguá, donde se logró la detención de dos personas presuntamente vinculadas a la red de estafadores. Según las denuncias, estos individuos formaban parte de la estructura que operaba la “constructora falsa”, la cual cambiaba constantemente de nombre para evadir el seguimiento de las autoridades y seguir engañando a nuevas víctimas.