En un trágico suceso ocurrido sobre la ruta PY02, en la zona de Yguazú, dos motociclistas que participaban en una carrera clandestina atropellaron a Vilma Mendoza (34), quien circulaba tranquilamente a bordo de su moto. El impacto fue tan violento que la mujer perdió la vida de inmediato, dejando a cuatro niños huérfanos, lo que ha generado una gran conmoción en la comunidad.
Según los informes, los motociclistas involucrados en la carrera ilegal estaban compitiendo a alta velocidad cuando se produjo el accidente. A pesar de la gravedad de la situación, ambos motociclistas resultaron gravemente heridos y fueron trasladados de urgencia a un hospital cercano. Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las circunstancias exactas del suceso y las responsabilidades de los implicados.
Este trágico incidente pone nuevamente en evidencia los peligros de las carreras clandestinas, un fenómeno que ha cobrado la vida de varias personas en los últimos años, no solo por la imprudencia de los participantes, sino también por los daños que provocan a terceros inocentes. El caso ha provocado una reflexión sobre la necesidad de tomar medidas más estrictas para evitar este tipo de conductas que ponen en riesgo la vida de todos los usuarios de las vías.