¡Histórico! La Guarania, patrimonio inmaterial de la humanidad

La noticia se hizo oficial durante la 19° sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se celebra en Luque, con la participación de delegaciones de más de 120 países.

La candidatura de Paraguay, titulada “Guarania, sonido del alma paraguaya”, subraya la profunda carga emocional y cultural de este género, que trascendió las fronteras nacionales para convertirse en un emblema no solo de Paraguay, sino de toda América Latina.

Este reconocimiento resalta el valor de la guarania como parte integral de la identidad cultural paraguaya y marca un paso importante en su preservación y difusión a nivel mundial. Nancy Ovelar, embajadora de Paraguay ante la Unesco, expresó que este reconocimiento es un «enorme compromiso» del país en la conservación de sus tradiciones y su patrimonio cultural.

La guarania se suma así a otros elementos de la cultura paraguaya, como el tereré y el poncho para’i, que también han sido incluidos en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la Unesco.

La guarania, nacida de la mente creativa de José Asunción Flores, es una pieza clave en la historia musical de Paraguay. Flores, nacido en 1904 en el barrio de La Chacarita de Asunción, vivió una infancia marcada por la pobreza. A pesar de las dificultades económicas, su talento musical emergió a través de su participación en la Banda de Policía, donde aprendió a tocar el trombón bajo la guía de maestros italianos.

A los 20 años, en 1925, Flores presentó la primera guarania, “Jejuí”, una pieza instrumental que revolucionó la música paraguaya. Sin embargo, fue con la creación de “Arribeño Resay” en 1926, junto al poeta Rigoberto Fontao Meza, que la guarania alcanzó su consagración como un símbolo nacional.

Esta primera guarania con letra se popularizó rápidamente y dejó una huella indeleble en la cultura musical del país. A lo largo de su carrera, José Asunción Flores colaboró con poetas como Manuel Ortíz Guerrero, con quienes compuso obras inmortales como “India”, “Panambi Vera” y “Kerasy”.

Su legado artístico trascendió fronteras, llevando la guarania a ser interpretada por orquestas internacionales y grabada por artistas de renombre en todo el mundo. La guarania continúa siendo un símbolo de la emoción, la identidad y el alma paraguaya, un legado cultural que, ahora más que nunca, será reconocido y protegido por la Unesco, consolidándose como un patrimonio invaluable para la humanidad.