La mujer afectada relató que, pese a haber presentado múltiples denuncias ante la Policía y la Fiscalía, ambas instituciones se limitan a justificar su inacción.
“Uno se va a la Fiscalía y te dicen que es robo bagatelario. Pero yo trabajé para tener esas cosas, ¿por qué me tienen que robar? Que me hayan robado una bordeadora de G. 300.000 es robo, y la Policía y la Fiscalía tienen que hacer su trabajo, para eso pagamos impuestos”, expresó con impotencia.
Además, señaló que la situación se ha agravado con el envenenamiento de sus mascotas, un acto cruel que incrementa el temor de la familia por su seguridad. Los afectados exigen mayor atención por parte de las autoridades y denuncian la falta de respuesta ante la inseguridad que los acosa diariamente.
