El director también lamentó otros recientes casos de violencia animal, mencionando que uno de los perros fue decapitado y otro baleado.
Rubín expresó las dificultades que enfrenta al trabajar con el Ministerio Público, destacando que es esta institución la encargada de llevar adelante las imputaciones y derivarlas al juzgado para las sentencias. Pidió mayor implicación de estas entidades en los casos denunciados, a la vez que destacó los avances en la optimización de la estructura del departamento jurídico de la Dirección de Bienestar Animal, con proyectos que buscan modificar la ley para imponer penas de hasta 10 años.
Rubín considera que la prisión preventiva para el individuo acusado en Nanawa es un avance significativo en la aplicación de la ley contra el maltrato animal, ya que muestra a la sociedad que los maltratadores y asesinos de animales pueden ser encarcelados. Este tipo de acciones, según él, son especialmente importantes en momentos en que se lucha por una legislación más estricta.
En cuanto a la evolución de la legislación sobre el maltrato animal en el país, Rubín opina que no se registran grandes avances desde 2019. La ley, creada en 2013, se ha mostrado insuficiente ante la frecuencia y gravedad de los casos de maltrato. No obstante, la creciente conciencia social y el conocimiento de la ley llevaron a las personas a denunciar estos actos de crueldad.
Rubín también señala que la lucha de activistas y rescatistas, junto con la cobertura de los medios de comunicación y el impacto de las redes sociales, son fundamentales para aumentar la conciencia y la acción contra el maltrato animal en la actualidad. Las denuncias de la ciudadanía tienen un impacto significativo, ayudando a los responsables a visibilizar a los maltratadores y difundir los derechos de los animales.
Para fortalecer la protección de los animales y prevenir el maltrato, Rubín destaca la importancia de la educación. Sugiere incluir el bienestar animal en la malla curricular y fomentar la colaboración entre distintas instituciones para robustecer la lucha y la prevención.
Rubín concluyó subrayando la importancia de la colaboración entre todas las partes involucradas para combatir y prevenir el maltrato animal, y abogó por una legislación más estricta y una mayor educación en la materia.
