A un mes de que termine el 2024, las estadísticas de violencia de género en el país son preocupantes. Este año ya se registraron al menos 27 feminicidios y 40 tentativas de feminicidio.
Más allá de las particularidades de cada caso, estos crímenes suelen ser el desenlace de una serie de hechos de violencia familiar, una oscura estadística que continúa en aumento.
Las razones detrás de estas agresiones son diversas, desde el uso de redes sociales hasta situaciones cotidianas como no preparar la cena, hablar con amigos o simplemente ser “mirada”.
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, es importante recordar que en el país se encuentra en vigor la Ley N° 5777/16, que establece la “Protección Integral a las Mujeres contra toda forma de Violencia”. Esta normativa reconoce diferentes formas de violencia, como la violencia feminicida, física, psicológica, sexual, económica, laboral, política, intrafamiliar, obstétrica, mediática, telemática, simbólica, institucional y contra la dignidad de las mujeres.
La ley no solo busca visibilizar estas formas de violencia, sino que también obliga al Estado a implementar políticas públicas dirigidas a su prevención, disminución y eventual eliminación. Si bien algunas de estas violencias no cuentan con sanciones penales expresas dentro de la legislación (salvo el feminicidio), su inclusión en la norma es fundamental para garantizar la protección y los derechos de las mujeres.
Además, se identificó una forma particularmente cruel de violencia: el daño a los seres queridos, generalmente los hijos, con el fin de hacer sufrir a las mujeres. Este tipo de agresión ya fue reportado en al menos tres casos durante este año.