El político es acusado por su exaliada y exdiputada Rocío Casco por supuestamente apoderarse del dinero de los bonos que financiaron la campaña de Mario Ferreiro. Además Casco asegura que ese dinero forma parte del cartismo.
Soares fue tajante al mencionar que entre 10 a 12 personas se presentaron como financistas y que él firmó documentos. «Mario (Ferreiro) nunca quiso irse para firmar los pagarés, siempre me iba yo para firmar y hablar como político», refirió para Monumental 1080 AM.
Ahora, con respecto a la propuesta de que presente el documento con la lista de acreedores y que estos no tengan ningún solo vínculo con el cartismo para derribar las acusaciones de Rocío Casco, Camilo Soares dijo que preguntará a su abogado si es recomendable llevar adelante esta maniobra ya que el papel se utiliza como evidencia en medio del proceso judicial que entabló para denunciar el supuesto cobro paralelo en la Municipalidad de Asunción.
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Negó haber operado a favor de la enmienda, tal como denunció Casco. Alegó que hay «un sinfín de actores políticos» que puedan atestiguar que él trabajó para evitar que la enmienda avance en el Congreso aquel marzo del 2017.
Por su parte, con referencia al audio en donde se lo escucha decir: «Cuando yo me iba a retirar plata de la Casa del Habano, era siempre el mismo sistema, era, me iba a la Casa del Habano, me daban en un bolso y yo ahí llevaba al búnker»; este lugar no aludía al negocio del Grupo Cartes, sino que es un sitio ficticio que servía como una referencia para ubicar a las personas, explicó.
Según él, el objetivo de estas denuncias en su contra responden a la intención de desprestigiar al denunciante del supuesto sistema corrupto en la Municipalidad de Asunción. «Entiendo cuál es la intención, quieren instalar que yo soy empleadito de Horacio Cartes», refirió.