La sentencia fue decretada por un tribunal de sentencias de Ciudad del Este que juzgó al acusado a instancias de la fiscalía zonal de Yguazu, luego de que el caso se reportara en esa localidad.
Para el tribunal, la versión dada por las víctimas y el informe de los profesionales que las asistieron fueron concluyentes y no hay dudas de que los hechos ocurrieron en reiteradas ocasiones y por un largo periodo de tiempo. Las niñas eran llevabas por el padre para supuestas jornadas de pesca, situación aprovechada para cometer todo tipo de abusos sexuales contra las mismas.
Cansadas de la situación, las dos comentaron a la madre sobre lo que venía ocurriendo, pero antes que protegerlas esta las recriminó diciendo que estaban mintiendo. Los hechos volvieron a repetirse y nuevamente dijeron a la madre, pero ella ya las terminó ignorando. Los abusos siguieron hasta que ambas llegaron a la adolescencia y recurrieron a otras personas para pedir ayuda.
Las menores temían que una hermana mas pequeña, de 6 años también esté siendo víctima de los actos perversos del hombre por lo que una de ellas contó a una mujer que trabaja en una iglesia que ella frecuentaba sobre el calvario que vivían en manos de su propio padre. La mujer no dudó en hacer la denuncia.
El caso llegó hasta este estrado judicial que terminó con la condena de 10 años de prisión para el pedófilo, por abuso sexual en niños y 2 años de pena privativa de libertad para la madre que fue considerada cómplice de los hechos denunciados.