El delincuente ingresó al local gastronómico y, aprovechándose de que las víctimas estaban de espaldas, las intimidó con un arma para exigirles sus objetos de valor.
Según el testimonio recabado, el asaltante con la capucha puesta se acercó caminando varios metros hasta la mesa donde se encontraban las dos mujeres. La madre entregó su cartera y la hija su teléfono celular; en total, los delincuentes se llevaron dos teléfonos.
Empleados del local manifestaron que el asalto fue rápido y el malviviente se dirigió específicamente a las dos mujeres. Afortunadamente, a pesar del susto, no se reportaron heridos en este hecho de inseguridad, según reportó el subcomisario Víctor Valdés.