A la escuela acuden más de 200 niños provenientes de territorios sociales y familias de escasos recursos, quienes son los principales afectados. La medida de fuerza adoptada es no abrir la escuela mientras el Ministerio de Educación no provea los rubros necesarios para los profesores.
La escasez de personal docente es uno de los motivos centrales de la protesta. En el nivel inicial, el año comenzó sin profesora, y aunque tras una manifestación previa, Fe y Alegría se comprometió a conseguir el rubro a través del Ministerio de Educación, sin embargo, no se ha logrado hasta la fecha. La profesora que estaba cubriendo la vacante dejará de asistir por no poder costear sus pasajes y niñera para enseñar sin remuneración. La situación es igualmente grave en el tercer ciclo (séptimo, octavo y noveno grado), donde las clases están prácticamente cerrando, quedando solo 15 alumnos.
Otro punto clave del reclamo es el incumplimiento del programa Hambre Cero. Los padres consideran que la promesa es “falsa” para sus niños. Señalan que el presidente de la República se había comprometido el año pasado a garantizar que no les faltaría “ni un vaso de leche o un plato de comida”, pero esta promesa no se está cumpliendo hasta hoy día. La institución recibía leche hasta septiembre del año pasado, pero tras un supuesto corte administrativo y un cambio de gestión, actualmente no llega ni leche ni almuerzo escolar.
Además de la falta de docentes y alimentación, los padres expresaron preocupación por la inseguridad en la escuela. El alambrado frontal está en malas condiciones y la parte lateral, que abarca una hectárea, carece totalmente de alambrado. Esto ha propiciado hechos de inseguridad, como el robo de televisores y aires acondicionados. Ante este panorama, los padres y la comunidad hacen un llamado urgente al Ministerio de Educación para que les brinde una solución.
