Hay dos palabras que describen a la perfección esta historia; lealtad y amor. La perrita llegó hace dos años hasta el hospital de Coronel Oviedo con su dueño, quien lamentablemente nunca volvió a salir, desde entonces la mascota recorre los pasillos de nosocomio, el predio y cada rincón, pero siempre allí a la espera de su amo.
La licenciada Liza Apostolaqui, jefa de Enfermería de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del centro asistencial, dio más detalles de esta conmovedora historia, dijo que el animal llegó hace ya más de dos años, cuando su propietario tuvo un cuadro de Covid-19 y fue ingresado a Cuidados Intensivos.
Debido a que el hombre debió ser internado por varios días, los familiares se asentaron en el albergue ubicado al costado del sitio y Esperancita los acompañó en todo momento.
Sin embargo, lo más peculiar de esta mascota, es su comportamiento; Apostolaqui, dijo que todos los días, cuando los médicos convocan a los familiares para dar los informes médicos, Esperancita también ingresa al área de UTI y se ubica entre las personas, como esperando de escuchar el nombre de su amo o verlo salir nuevamente por la puerta de la terapia.
Los profesionales de blanco, pacientes y familiares se han encariñado con la peludita y la han bautizado como Esperancita, la alimentan y cuidan y respetan su eterna espera. Inclusive, la perrita fue asistida por un veterinario y hasta recibió varios kits de alimentos, tras volverse viral su historia.