Diciembre llega cargado de emociones encontradas según la historia personal de cada uno. Es un mes con fechas especiales e importantes, por eso impacta aún más en las emociones de las personas y coincide con el calendario religioso.
Si durante el año los hechos fueron mayoritariamente positivos, la expectativa para el próximo año es que sea aún mejor. Por el contrario, y si se presentaron sucesos negativos, o esa persona se encuentra lejos, sola o ha tenido pérdidas, puede resultar un mes muy pesado. Generalmente de esta manera produce un efecto pesimista y de desesperanzas hasta la depresión.
El ambiente festivo, con globos, fiestas, lo observamos a nuestro paso. Se presentan en los medios de comunicación, en los comercios, en conversaciones con conocidos.
NOTA RELACIONADA: Escasos profesionales para atender salud mental de niños
Cuando este entorno colabora al pesimismo, son claves los familiares y amigos. “No hay otro camino que buscar ayuda. Si la persona no busca, los familiares o el entorno cercano debe hacerlo. La ayuda psicológica y afectiva es la única que puede hacerle salir adelante”, comenta la Lic. Franca La Carruba de la Sociedad Paraguaya de Psicología.
Para La Carruba diciembre no es un mes donde aumentan las consultas a psicólogos. “No más que cualquier otro mes del año, por lo menos en nuestro país”, acotó.
Las emociones encontradas en el último mes del año puede superarse con el acompañamiento y cariño de las personas más cercanas.