Observar a niños indígenas pidiendo dinero en las calles de Asunción es un problema sin solución aún. Un poco más lejos, casi escondidas, están las madres con niños más pequeños. Esto se debe a la extrema pobreza vivida en sus comunidades y nada cambiará si no se trabaja en forma articulada e interinstitucional.
No es la forma porque exponen a los niños, sino que los indígenas salen de sus comunidades porque se encuentran en una situación de extrema pobreza y buscan en la calle una forma de ingreso.
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“Como ellos dicen, si en nuestra casa no estamos comiendo nada, por lo menos en la calle vamos a comer” comentó la directora de Pueblos Originarios del Ministerio de la Niñez, Sonia Moreira.
También en la actualidad los niños son derivados a hogares y las madres son incluidas en los diferentes programas operativos como, por ejemplo, Abrazo.
“Se están creando programas a través de centros comunitarios para poblaciones indígenas” dice Moreira. Actualmente se cuenta con un centro de habilitación de niños en situación de calle pero con consumo de alguna droga. Es un centro que brinda una asistencia integral a 31 niños con posibilidad de reinserción.
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A través de las alianzas se podrá dar respuesta a las comunidades indígenas buscando que no recurran a otras medidas.
“Estos trabajos son acompañados por las organizaciones o líderes indígenas”. Apelan a que no se realicen más diagnósticos, sino operativos inmediatos. «Si en esta comunidad falta luz, entonces se debe trabajar con la ANDE para proveerles lo que necesitan», refirió. Y es justamente en esta etapa en la que se encuentran abocados los funcionarios de la Niñez.