Expertos de la Universidad de Hasselt, Bélgica, lograron comprobar que la contaminación del aire está vinculada directamente a los abortos espontáneos, parto prematuro o bajo peso al nacer.
Esto al confirmar que el hollín, partículas de carbono negro, penetra la placenta de la embarazada poniendo en riesgo la salud del feto.
Los resultados, expuestos en la revista científica Nature Communications, detallan que los investigadores utilizando imágenes de alta definición descubrieron partículas de carbono negro en el lado fetal de cinco niños nacidos prematuramente.
Nota Relacionada: Así nos daña el humo de los incendios forestales
Diez mujeres que vivieron cerca de carreteras en el periodo del embarazo mostraron mayor residuos de contaminación en la placenta que otras madres que vivían al menos a 500 metros de dichas rutas.
Mencionaron que las partículas de contaminación viajan a través de los pulmones de la madre hasta la placenta. Recomendaron a las embarazadas utilizar tapabocas al salir a la calle y evitar rutas muy transitadas.
