Luego de que los familiares de Renato acerquen el circuito cerrado del movimiento del personal de blanco ante la complicación del pequeño, recientemente revelaron otro material más amplio, minutos antes de que se produzca el fatal desenlace.
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El 20 de agosto pasado, el pequeño Renato de dos años falleció por causas que aún no pudieron ser determinadas con exactitud. Lo cierto y lo concreto es que los familiares denuncian mala praxis y no confían en la autopsia realizada por los profesionales del sanatorio privado.
Los padres describieron que después de la autopsia, los responsables del procedimiento de la disección entregaron los órganos del bebé en un táper.
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