Augusto “Wichi”, Ulises, Pedro y Dani iniciaron su travesía el lunes 25 a las 19:00 desde Buenos Aires, rumbo a la capital espiritual. Es el primer año que hacen este tipo de peregrinación.
La idea surgió cuando «Wichi», un vendedor de café de Buenos Aires, comenta a sus amigos que debía cumplir una promesa a la Virgen de Caacupé. «Wichi» dejo el país hace 10 años, nació en Coronel Oviedo, vive en Barracas y se dedica a la venta de café ambulante en bicicleta por las calles de capital argentina.
NOTA RELACIONADA: La silla de un piloto que destaca en el museo de la Basílica
Se sumó a la iniciativa Pedro Pintos, oriundo de San Pedro del Paraná. Él vive en San Martín de Buenos Aires desde hace 27 años. Es carpintero y se dedica a la confección de muebles. Comentó que le pareció una buena idea acompañar a «Wichi» para agradecer a la Virgen por el trabajo, la vida y la salud que goza en el vecino país.
Ulises Matiauda, otro de los ciclistas, nació en Coronel Bogado y vive en Barracas. Es pintor y también decidió agradecer y pedir a la Virgen por su familia.
Por último, Dani López es oriundo de Capiatá, vive en Barracas y es pintor. Él, Ulises y «Wichi» entrenaban todas las tardes por los parques bonaerenses. El último en unirse al grupo fue Pedro. El equipo, desde su partida, recorre 200 kilómetros por día.
Al cuarteto le acompaña un vehículo para atenderlos en caso que requieran primeros auxilios y masajes. También tienen una carpa y hamacas paraguayas para acampar a partir de las 22:00 o medianoche, cuando paran para cenar y descansar hasta las 05:30. A las 6:00 inicia su titánica jornada de pedaleo.
NOTA RELACIONADA: 120.000 hostias hechas por cuatro monjas
Se detienen nuevamente al mediodía en cualquier surtidor o un campo abierto. Allí almuerzan, descansan y siguen su camino.
Los compatriotas cumplirán con su promesa y llegarán este martes junto a la Virgen de Caacupé. Cuando fueron entrevistados este lunes se encontraban en Clorinda, ciudad vecina de José Falcón.
